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miércoles, 23 de marzo de 2016

Transiciones históricas

Los cambios de gobierno suelen generar expectativas, temores e incertidumbre. Denominamos a este hecho como “transición política”. El cual hace referencia a un conjunto de fenómenos socioeconómicos, políticos e históricos que condicionan el pasaje de un gobierno a otro. Los momentos de transición están definidos por el cuestionamiento a las instituciones y a las prácticas políticas. Dichos conflictos en los traspasos influyen en la opinión pública, en la estabilidad de un gobierno y en la elaboración de políticas públicas.
Las transiciones en la Argentina tuvieron características distintas. A continuación, nombramos las que tuvieron lugar post-dictadura cívico-militar.
Dictadura cívico militar-gobierno de Alfonsín
Argentina atravesó con éxito el proceso de transición democrática con características que lo diferencian del resto de las transiciones del continente, dándose una transición vía derrumbe. Lo contrario son las transiciones pactadas, que significaron la continuidad de las estructuras, élites y prácticas políticas de los regímenes autoritarios. Brasil, Uruguay o Chile son ejemplos de gobernantes autoritarios que no fueron sancionados; además, en algunos casos, mantuvieron sus posiciones institucionales y sus prerrogativas.
En argentina, la dictadura cívico-militar (1976-1983) cayó en apoyos al perder la Guerra de Malvinas. Como consecuencia conduce a la apertura electoral de 1983. Argentina al igual que el resto del continente vivía en una época denominada “democracias de transición”. La transición democrática supone un proceso de cambio cualitativo por el que un régimen autoritario, se convierte en pluralista.
El electo presidente Raúl Alfonsín tomó medidas contra la Junta Militar, enjuiciándolas. Constituyendo un hecho sin precedentes en el mundo, que contrastó fuertemente con las transiciones negociadas que tuvieron lugar en aquellos años en Uruguay, Chile, Brasil, España, Portugal y Sudáfrica. Aunque las Fuerzas Armadas mantuvieron un alto nivel de autonomía y se mostraron dispuestas a resistir los intentos de control civil.
El presidente tuvo simpatías y apoyos en una franja de independientes de la clase media, entre los jóvenes e incluso en sectores del peronismo. Alfonsín consiguió aglutinar a todas las tendencias en torno a su programa de defensa de las libertades cívicas y de restauración democrática sin cortapisas.
Por otra parte, el intento del reordenamiento sindical desde el comienzo de la gestión significó una confrontación dura del gobierno con ese gran actor social. La explicación es que se atacaba directamente la columna vertebral del peronismo, que era el movimiento obrero.
Alfonsín – Menem
Fue la primera transición de un mandatario democrático a otro en 60 años. Signado por una crisis que dejó atrás alEstado de Bienestar e impuso el modelo neoliberal. Debido a la crisis económica, Raúl Alfonsín decidió convocar a elecciones anticipadas. La hiperinflación y la devaluación del Austral obligaron a Alfonsín a entregar antes el mando presidencial. En las elecciones es electo Menem, además el justicialismo también conseguiría ganar en las elecciones legislativas.
Tras el estallido de un segundo brote hiperinflacionario en 1990, el presidente electo aplicó una política económica neoliberal siguiendo los lineamientos del Consenso de Washington de 1989, realizando la experiencia más amplia deprivatizaciones y desregulación del mercado, entre los países latinoamericanos. Esto provocó resistencias en muchos sectores sindicales, los cuales sin embargo fueron derrotados, con contadas excepciones.
Esta transición fue de ruptura política y económica, ya que se desmontan las bases de un Estado Benefactor, proveniente desde el primer peronismo. Privatización y concentración de poder económico fueron los ejes del cambio.
Menem – De La Rúa
Podemos afirmar que esta transición es un cambio de estilo, antes que un cambio de modelo económico. Ya que a diferencia del candidato del Partido Justicialista (Duhalde) que había propuesto salir de la convertibilidad de modo ordenado, la Alianza prometió mantener el modelo, pero “sin corrupción”.
De la Rúa asumió sin el presupuesto debido a que no lo aprobó el Congreso. Por otro lado, el justicialismo conservaría el control del Senado, lo cual originaría problemas de gobernabilidad, sumado a la temprana crisis interna dentro de la Alianza (renuncia del vicepresidente).
Mas tarde, condicionada por la alta deuda externa y las exigencias del Fondo Monetario Internacional, el gobierno aumentó impuestos, redujo salarios y jubilaciones y precarizó las condiciones de trabajo. Sumado a escándalos por las denuncias de sobornos a senadores por parte del gobierno para sancionar una nueva ley de flexibilización laboral, conocida como Ley Banelco.
Duhalde – Kirchner
Tras la crisis de diciembre del 2001, se sucedieron varios presidentes. Finalmente, en 2003 se convocan nuevamente a elecciones, siendo ganador Néstor Kirchner. Podemos afirmar que existía una sintonía entre Kichner y el entonces presidente Duhalde, ya que era el candidato propuesto por el entonces presidente para enfrentar a Menem en las elecciones.
Esta etapa es conocida como de continuidad y progresiva autonomización del Presidente entrante del Presidente saliente, y paulatino mejoramiento de la situación económica, en base a mantener y profundizar el set de políticas públicasque se venían implementando.
Finalmente, en las elecciones legislativas del 2005, Kirchner derrota a Duhalde, tomando así el centro definitivo del espacio político peronista.

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